Oraciones Poderosas a San Antonio
Oh Dios, Padre bueno y misericordioso, tú que elegiste a Antonio como testigo del Evangelio y mensajero de paz en medio de tu pueblo, escucha la oración que te dirigimos por su intercesión.
Santificad a cada familia, ayudadla a crecer en la fe; conservadla en la unidad, en la paz y en la serenidad. Bendice a nuestros hijos, protege a nuestros jóvenes. Apoya a aquellos que están siendo probados por la enfermedad, el sufrimiento y la soledad.
Apóyanos en las dificultades de la vida diaria, y danos tu amor.
Amén
Querido Anthony, siempre has ayudado a los que te invocaron. Rezo fervientemente por una persona enferma tan querida para mí. Os ruego que le obtengáis el don de la curación, o al menos que aliviéis su dolor y encontreis en él la fuerza para ofrecer esas tribulaciones al Señor en unión con la Pasión de Cristo.
Tú, que en tu vida terrena fuiste amigo de los que sufren y los apoyaste con tu caridad profunda y tu don de milagros, permanece cerca de nosotros a través de tu protección, consuela nuestros corazones y convierte nuestro sufrimiento físico y mental en una fuente de méritos para la vida eterna.
Amén
Santificad a cada familia, ayudadla a crecer en la fe; conservadla en la unidad, en la paz y en la serenidad. Bendice a nuestros hijos, protege a nuestros jóvenes. Apoya a aquellos que están siendo probados por la enfermedad, el sufrimiento y la soledad.
Apóyanos en las dificultades de la vida diaria, y danos tu amor.
Amén
Querido Anthony, siempre has ayudado a los que te invocaron. Rezo fervientemente por una persona enferma tan querida para mí. Os ruego que le obtengáis el don de la curación, o al menos que aliviéis su dolor y encontreis en él la fuerza para ofrecer esas tribulaciones al Señor en unión con la Pasión de Cristo.
Tú, que en tu vida terrena fuiste amigo de los que sufren y los apoyaste con tu caridad profunda y tu don de milagros, permanece cerca de nosotros a través de tu protección, consuela nuestros corazones y convierte nuestro sufrimiento físico y mental en una fuente de méritos para la vida eterna.
Amén